¿Es verdad que en sus orígenes el pozole llevaba carne humana? Te invitamos a descubrirlo en este fascinante viaje por uno de los platillos más emblemáticos de la cocina mexicana.
Del náhuatl pozolli — espumoso — y pozol —espuma— o del cahíta posoli —cocer maíz—, el pozole es un platillo con granos de maíz, verdura, carne y sal. Su preparación ha ido modificándose con el paso del tiempo ya que ha habido un cambio significativo con respecto a un ingrediente muy importante: la carne.
Según el libro Avances de la ciencia y la tecnología alimentaria en México, específicamente en el capítulo seis titulado: “El Pozole, situación actual y nutricional”, se menciona que la historia más popular sobre su origen se remonta a la época de la conquista cuando Fray Bernardino de Sahagún en su obra Historia General de las Cosas de la Nueva España menciona que, en las ceremonias en honor de Xipe Tótec, se cocía maíz con carne de los guerreros sacrificados en los ritos solares. Según este mismo capítulo, esto está avalado por antropólogos, quienes fueron recabando diversas recetas de frailes españoles, en las cuales se manifestaba de manera clara que los restos humanos se cocían con el maíz.
Sin embargo, ante la aberración que les provocaba a los españoles ver y consumir restos humanos dentro del pozole, se decidió sustituir por carne de cerdo, la cual, según los frailes, tenía un sabor similar. Al dejar a un lado uno de los ingredientes más importantes para el platillo, fue despojado su valor simbólico de la gastronomía prehispánica y su consumo se fue popularizando poco a poco.
Mientras pasaba el tiempo, el pozole iba adquiriendo ingredientes que en su preparación original no se presentaban, ya que con el paso de los años y la hibridación cultural, la gastronomía mexicana tuvo que adaptarse a las tradiciones, gustos, rituales y necesidades nacientes de los nuevos pobladores que querían degustar el platillo que alguna vez fue una forma de demostrar valentía y honor a los Dioses.
El pozole tiene diferentes versiones y se puede preparar de muchas maneras, entre esas está el blanco característico de Guerrero y el rojo que se consume en Sinaloa o Jalisco. El pozole es tan diverso como el mismo México.