¿Quieres armarte una escapadita con tu persona especial y no sabes por dónde empezar? No te preocupes, ya hice el trabajo sucio por ti (o más bien el delicioso). Como buen amante de los viajes, del drama de empacar outfits para climas que cambian cada 10 minutos, y de esos momentos románticos que parecen sacados de una película indie con soundtrack de Troye Sivan… aquí te dejo mis 5 destinos favoritos en México para viajar en pareja. Ya sea que estén en plan honeymoon, aniversario, “vámonos antes de que se nos enfríe el amor” o simplemente porque se lo merecen… estas joyitas mexicanas están hechas para vivir y sentir bonito.
Holbox: Amor en modo desconexión
Holbox es ese lugar al que vas cuando quieres sentir que el tiempo se detiene (y no por drama existencial, sino porque no hay coches ni semáforos). Imagínatelo: tú, tu pareja, un atardecer ridículamente bonito, y los pies llenos de arena blanca mientras comparten una marquesita.
Lo mágico de Holbox es que es rustic-chic, con hoteles boutique divinos y spots ideales para fotos de pareja que te van a hacer ganar mínimo 200 likes sin meterle filtro. El agua es turquesa, puedes nadar con tiburones ballena por temporada, y las noches están llenas de estrellas. Si lo tuyo es escaparte del ruido, caminar descalzo y tener largas charlas con una michelada en mano… es aquí, bebé.
Tip: Vayan entre mayo y septiembre si quieren ver bioluminiscencia en el mar (sí, como en Avatar pero sin aliens).

Mazatlán: Sazón, sol y mucho sabor
Mazatlán no siempre está en el radar cool, pero créeme que es un hidden gem para parejas que aman la comida, el mar y bailar hasta que los pies pidan auxilio. Aquí la vibra es costeña total, con un malecón eterno, mariscos que parecen poesía en forma de aguachile, y atardeceres que hacen match con cualquier playlist de amor.
Lo mejor es que Mazatlán tiene esa mezcla deliciosa entre tradición y modernidad. Puedes perderte en su centro histórico lleno de colores y arquitectura colonial, y luego irte a un rooftop en Olas Altas a ver el atardecer con una cerveza bien fría. Si tu pareja y tú son del tipo que ama el ritmo y el sabor, este destino les va a dar vida.
Tip: No se pierdan una cena en El Presidio, uno de los restaurantes más bonitos del centro. Pidan el pulpo y luego me agradecen.

Guadalajara: Cultura, fiesta y corazón abierto
Guadalajara es el spot si tu relación vibra con cultura, diseño, museos, y la mejor vida nocturna LGBTQ+ del país. Aquí se respira diversidad, arte y mucho orgullo. ¿Y lo mejor? Tiene de todo: desde planes chill de museos y galerías, hasta noches intensas bailando en Envy o Bling con drag queens que te quitan el aliento.
Además, es ideal para hacer turismo urbano en pareja: caminar por Chapultepec tomados de la mano, probar mil tipos de tequila (o cantar en algún karaoke después de probarlos), y darse un gustito en algún hotel boutique en la Colonia Americana.
Tip: Dense una escapada a Tlaquepaque para comprar arte mexicano y tener una comida con mariachis en vivo. Romántico nivel película de Pedro Almodóvar.

Huatulco: Naturaleza virgen + romance sin prisas
Si lo que quieren es perderse del mundo (pero con lujo, obvio), Huatulco es un must. Es de esos destinos que aún se sienten vírgenes, con playas limpias, bahías privadas, y montañas verdes que abrazan el mar. Es como si la naturaleza te dijera “relájate, aquí está todo bien”.
Huatulco es ideal para parejas eco-lovers o para quienes buscan unas vacaciones slow, con desayunos largos, caminatas por la playa, y tardes en la alberca leyendo juntos o… bueno, haciendo lo que se hace cuando uno está en pareja y hay vista al mar.
Tip: Renta un tour privado por las bahías y lleva una botellita de vino. Algunas calas están tan escondidas que sentirán que el paraíso es suyo.

Morelia: Romance colonial con toque mexicano
¿Quién dijo que el amor no puede ser rosa cantera y arquitectura barroca? Morelia es un sueño hecho ciudad: calles empedradas, catedrales impresionantes, cafecitos con encanto, y una escena gastronómica que sorprende a cualquiera. Es perfecta para parejas que aman el arte, los paseos largos y los pequeños lujos.
Aquí todo se presta para el slow romance: desayunar en una terraza, caminar por el acueducto, visitar museos, y luego meterse a una cava a probar mezcal artesanal. Es una ciudad tranquila pero vibrante, y tiene ese mood de novela romántica que te hace querer tomarte de la mano todo el tiempo.
Tip: Hospédense en una casona antigua convertida en hotel boutique. Algunas tienen jacuzzis privados y balcones con vistas increíbles al centro.

Para cerrar…
Viajar en pareja no se trata solo del destino, sino de lo que crean juntos en él. Sea en una isla sin zapatos, una ciudad llena de luces o una playa escondida, México tiene todo para que ese viaje sea memorable, romántico, y sobre todo, muy ustedes.
Así que ya sabes: arma las maletas, el playlist y al que te mueve el alma… y váyanse a vivir el amor como se debe: libre, feliz y con una selfie bien bonita para el recuerdo.
¿Ya fuiste a alguno de estos? ¿Tienes otro favorito? Cuéntame, que siempre estoy armando el próximo escape romántico.
Con amor (y ganas de viajar),
Un gay viajero con el corazón lleno de besos bien robados